martes, 27 de abril de 2010

Lo vulgar de la Domótica

Tengo treinta años y he decidido mudarme a una casa domótica.

Hoy me he despertado tarde y he cogido de la mesilla el mando con el que controlo mi casa. Apretando un botón he abierto las persianas de mi cuarto. Qué día tan maravilloso, he pensado. Hace calor, podría abrir la ventana. ¿Para qué? He apretado otro botón de mi mando y he puesto el aire acondicionado. Apretando otro he encendido la televisión, miraré el noticiario mientras como algo. El mando me ha avisado de que la nevera está más vacía de lo habitual. Con una tecla he borrado el aviso y con otra le he preguntado la hora. Con el sistema de detección de posición se ha encendido el micrófono de la cocina y me ha dicho que son las cuatro de la tarde. He sentido que perdía el día así que he decidido ir a asearme. Con mi mando he programado una bañera. 38 grados centígrados. Exactos. Adoro mi casa domótica.

Al salir de la ducha el espejo no estaba empañado, había programado esa función también con mi mando. Al mirarme en él he visto que me estoy poniendo un poco gordo últimamente. He decidido salir a correr un rato, a ver si bajo el barrigón. He encendido las luces del cuarto con el mando para entrar a cambiarme. Al equivocarme de flecha se han puesto en marcha las lámparas en posición Luz Tenue y he recordado cuánto hace que no tengo pareja y no salgo a pasarlo bien; ¡pero es que se está tan cómodo en esta casa! Rápidamente mi dedo índice se ha escurrido entre los interruptores para devolver la luz a su posición normal. Sentado en el borde de la cama la ropa del armario daba vueltas ante mí, esta función de perchero giratorio también la puedo controlar con mi mando. Es genial. He visto un jersey que me regalaron mis amigos por mi último cumpleaños. Hace mucho que no les veo pero es que ellos siguen yendo al bar a ver los partidos y yo prefiero verlos en mi enorme televisión desde la cual puedo bajar la temperatura de la nevera para cuando me llegue la compra que estoy haciendo por internet, en la misma pantalla todo a la vez. Aún así los recuerdos me han producido nostalgia. He marcado el número de mi mejor amigo con el mando y he hablado con él a través del sistema de altavoces y micros que instalé en mi cuarto junto con todo el sistema domótico. Hemos decidido vernos en media hora en la otra punta de la ciudad. Ningún problema. Compré un perro robot que es una cámara de vigilancia y que controlo con mi mando y también con mi teléfono móvil cuando salgo de casa. No tengo por qué sufrir ya que si cualquiera pretende entrar a robarme, el perro-cámara me manda de inmediato un mensaje al móvil avisándome de la presencia intrusa. En ese caso programo con mi mando que el teléfono de casa llame a la policía y desvíe la llamada a mi teléfono móvil, en menos que canta un gallo ya tenemos al ladrón en el calabozo. Y ese bicho, me hace tanta compañía. Es como esa función que tiene el mando que me permite encender la música cuando y desde donde yo quiera y así controlar la base de datos mp3, el archivo de CD’s, poner la radio, etcétera; cuando aprieto el botón para música ambiental es como si no estuviese solo.

Ya vestido he programado todo: iluminación, climatización, persianas y toldos, puertas y ventanas, electrodomésticos, suministro de agua y gas, todo apagado a las 21:00 en punto. Ni un minuto más ni un minuto menos, mi mando nunca falla. He acariciado a mi perro-robot-cámara, he cogido algunas monedas y me he acercado a la puerta. ¡Mierda! El mando se ha quedado sin pilas y tenía la cerradura programada para estar cerrada todo el día porque no pretendía salir. Busco, busco y busco pilas. En los cajones y los armarios. Corro por casa hurgando en todos los rincones. Miro sobre la mesa, bajo la mesa, en las estanterías, en la caja de herramientas, bajo la cama. No tengo. ¿Qué voy a hacer ahora? Deben quedar pocos minutos para las 21:00h y me quedaré sin luz, sin agua, herméticamente cerrado entre las persianas y no funcionará el televisor. Tranquilidad, llamaré al servicio técnico.

“Bienvenido al servicio técnico de su casa domótica. No atendemos peticiones en fin de semana, por favor, deje su mensaje a continuación y le llamaremos durante la próxima semana. Gracias por confiar en nuestros servicios.”

1 comentario:

  1. increible alets!!!!!!!!!!! me ha encantado (como todos), y todo esto sin clases de escritura, en poco tiempo y casi sin releer :) si esque cuando una tiene un don, lo tiene!

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